domingo, 27 de enero de 2008

Psycho Beach Party

Aloha!

Hoy vamos a hablar de una peli que no sé ni porqué os la cuento, la verdad. Pero bueno, vamos al lío.

Psycho Beach Party es, básicamente, una parodia de las beach movies de finales de los 50, sobretodo de Gidget, mezclado con elementos de ciencia ficción de serie B y pelis slasher de los 70. Dirigida por Robert Lee King en el 2000, está basada en un musical off-Broadway. Una joya, vamos.


La cosa va más o menos de una muchacha sosilla, Florence Forrest (en adelante Pollita) que se junta con los machotes (que algunos no lo son tanto, pero bueno) para que le enseñen a hacer surf en las playas de Malibú. En estas, hay una oleada de asesinatos cuyas víctimas son personas con defectos físicos, y para el espectador parece obvio que la autora de los crímenes es la mojigata Pollita, ya que sufre de delirios esquizoides durante los que se vuelve violenta y cachonda.

A esta trama le podemos añadir toda clase de personajes más o menos arquetípicos, como el surf star El Gran Kanaka, la madre cursi e hipócrita, la amiga de toda la vida gafotas, enteradilla y un poco lesbiana (mi favorita con diferencia), la scream queen, una poli travesti, una pareja de surfistas gaylors o la zorra de la clase (interpretada por Amy Adams, la Giselle de Encantada). Agárrate y no te menees.

En realidad, lo que me llevó a ver esta peliculilla fue su banda sonora, compuesta principalmente por Ben Vaughn, y con temas de The Halibuts, The Fathoms, The Hillbilly Soul Surfers y sobretodo, Los Straitjackets, con su aparición estelar en la fiesta hawaiana de turno. Y la verdad es que la música es de las pocas cosas que salvaría de esta peli infame. Bueno, eso y los tikis que tiene el Gran Kanaka en su tiki hut, que son muy chulos.

Os pongo el trailer y ya viéndolo y con lo que os he contado, igual ya no hace falta que veáis la peli, pero vamos, vosotros mismos, igual os echáis unas risas.


Pues eso, a disfrutar,

Mr. I.

miércoles, 23 de enero de 2008

Planter's Punch

Hola!

Hablábamos del daiquiri como ejemplo del origen de los cócteles de ron. Otro ejemplo claro sería el Planter's Punch.


Lo cierto es que no hay una receta clara para el Planter's Punch. Más bien es un nombre genérico para un punch a base de ron, con la adición de zumo de lima o limón, amargos, soda o agua y granadina u otro sirope. También es frecuente añadir otros zumos de fruta, sobretodo de piña. Como contrapunto exótico, hay quien añade un poco de pimienta de cayena, no sé yo. Como veis, la fórmula es bastante borrosa. Al parecer, la primera fecha en la que se tiene constancia del nombre es en la edición del 8 de agosto de 1908 en el New York Times, donde aparecía el siguiente poema, llamado Planter's Punch:

This recipe I give to thee,
Dear brother in the heat.
Take two of sour (lime let it be)
To one and a half of sweet,
Of Old Jamaica pour three strong,
And add four parts of weak.
Then mix and drink. I do no wrong —
I know whereof I speak.


Plas, plas, aplausos. Bueno, vamos a lo que interesa, os paso algunas recetas y vosotros mismos. Os recomiendo un ron de Jamaica, por ejemplo Myers's, que para estas cosas es muy apañado.

La primera es la receta "oficial" de la International Bartenders Association, que son unos señores que saben mucho y lo que digan va a misa.

- 2 oz ron oscuro
- 1 oz zumo de limón
- 2 tsp granadina
- Soda

Se agita todo (excepto la soda, por supuesto) en la coctelera con hielo y se sirve en un vaso highball. Se llena con soda y a disfrutar de la vida.

La siguiente es la versión de Trader Vic's de 1947.

- 3 oz ron oscuro
- 1 oz zumo de lima
- 1/2 oz zumo de limón
- 1/2 oz granadina
- 1 golpe de sirope simple

A la coctelera con hielo, agitar bien y servir en vaso alto.

Y esta os la pongo de propina porque le tengo mucho cariño, es la primera receta que intenté hacer. Ay, que bonito, con su Bacardí dorado y su horchata reducida con azúcar en lugar de orgeat... Bueno, la receta, salida directamente de drinksmixer.com, es la siguiente.

- 1 oz ron oscuro
- 1/2 oz orgeat
- 2 oz zumo de naranja
- 1 oz zumo de piña

Lo mismo, hielo, agitar, y vaso alto.

En fin, niños y niñas, que para gustos colores. Mi intención con esta miniserie de entradas (la del daiquiri y ésta) es que seamos conscientes de cuáles son los cócteles que inspiraron los cócteles tiki que vendrían detrás y les rindamos tributo.

Mahalo,

Mr. I.

In principio creavit Jennings Cox daiquiri

Buenas noches!

Cuando en los años 30 del siglo pasado Don the Beachcomber, Trader Vic y todos los que vendrían detrás empezaron a elaborar esos cócteles que tanto nos gustan, realmente estaban creando una manera nueva de entender la coctelería. Pero podemos decir que no partieron de cero, sino que conocían bastante bien unos cócteles realmente tropicales, es decir, que vienen de una zona tropical, y no de California. Cócteles hechos a partir de ron, zumos de fruta fresca y azúcar. Estamos hablando del daiquiri, el mojito y el planter's punch. El mojito nos lo vamos a saltar porque para mí es otra cosa, tanto el método de elaboración como el uso de soda son bastante diferentes a los cócteles tiki.


Hay un montón de historias sobre el origen del daiquiri que podéis encontrar por ahí, más o menos creíbles. Al parecer, fue inventado por un ingeniero americano llamado Jennings Cox que trabajaba en una mina de estaño en una localidad llamada Daiquirí. Un día de 1896 vinieron unos paisanos de visita y, mira por donde, se le acabó la ginebra, así que les tuvo que servir ron para beber. Como le daba un poco de miedo servirlo a palo seco, le añadió un poco de limón, lo endulzó con un poco de azúcar, y bingo. La historia sigue diciendo que su invitado, de nombre Pagliuchi, quedó encantado. Le preguntó por el nombre del trago y Cox improvisó "eeeemmm, se llama rum sour", a lo que Pagliuchi le contestó "que va, hombre, mejor que se llame daiquiri". Y así quedó la cosa.

Posteriormente, personajes como Hemingway o JF Kennedy hicieron la bebida increíblemente famosa. El bar La Floridita (la cuna del daiquiri) era lugar de peregrinación para todos aquellos que querían degustar el delicioso trago.

Bueno, historietas aparte, vamos a lo que interesa. Hay muchísimas recetas para el daiquiri, pero la que preparamos en casa es la siguiente:

- 1,5 oz ron blanco (preferiblemente Havana Club 3)
- 1 oz zumo de lima
- 1 tsp de sirope simple.

A la coctelera con hielo, agitar hasta que se te congele la mano y colar en una copa de martini helada. Ideal para las visitas, es muy resultón y muy sencillito de preparar.

Podéis encontrar recetas con limón, con azúcar, frozen y, en fin, múltiples versiones, típico de un cóctel clásico. Y es especialmente propenso para preparar versiones frutales. En casa nos gusta mucho de plátano y de fresa. En drinksmixer.com podéis encontrar un montón de variantes diferentes. Eso sí, se hace casi imprescindible una batidora de vaso.

Hala, a disfrutar!

Mr. I.

martes, 15 de enero de 2008

Don the Beachcomber: sus cócteles.

Aloha!

Hace unos días os hablaba de la vida y milagros de Don the Beachcomber. Aunque bajo mi punto de vista el verdadero milagro fueron sus habilidades como mixologist.

En la anterior entrada mencionamos que experimenta con los rones, pero qué quiere decir esto?


Muchas veces a la hora de plantear un cocktail tenemos en mente un carácter particular. Y aunque el abanico de rones de los que disponemos es muy amplio, posiblemente no encontremos ninguno que nos de el aroma que estamos buscando. Cuál es la solución? Mezclar rones entre sí como si se tratara de los colores de la paleta de un pintor. De esta manera conseguimos un resultado mucho más complejo y sorprendente.

Otro recurso utilizado habitualmente por Donn a la hora de elaborar sus cócteles es el uso de pequeños toques de aromas para acabar de matizar las bebidas. Las pequeñas pizcas de pimento liqueur, falernum o amargos de Angostura son determinantes para conseguir el carácter multi-capa que Donn imprimía a sus creaciones.

Los resultados son unas bebidas potentes, complejas, especiadas y misteriosas. Es decir, todo lo contrario de los cócteles que podemos tomar hoy en cualquier bar tiki de este país y, en realidad, en la mayoría de los del resto del mundo. El legado de Don the Beachcomber no nos llega especialmente a través de su recetario, por varios motivos:

• Los ingredientes son algo caros y/o complicados de encontrar.
• Las recetas son complejas y hacerlas correctamente requiere mucho tiempo y habilidad.

Esto son dos condicionantes que no se llevan muy bien con el concepto moderno de negocio. Actualmente poca gente está dispuesta a medir seis gotas de Pernod para un cóctel un sábado por la noche. Pero hay otro factor aún más determinante:

• Donn era extremadamente celoso con sus recetas.

Y esto es cierto hasta el punto de llevárselas a la tumba. Es decir, que hubo muchas recetas que nunca nadie supo. Sus propios camareros tampoco conocían las recetas, ya que algunos ingredientes estaban en botellas neutras codificadas con letras o números que él mismo había rellenado sin que nadie conociera el contenido. Una receta podía ser "1oz de A, 1,5oz de 3B y 1 tsp de X", y que un bartender preparara un cóctel sin saber en realidad qué contenía.

Y lo cierto es que esta política no era ninguna tontería. Don the Beachcomber tenía éxito, entre otras cosas, por sus cócteles. Si un bartender aprendía sus recetas y era fichado por otro bar, ahí ya tenemos competencia directa, y Donn se cuidaba bastante de que ésto no pasara. De cualquier manera, haber trabajado con él era un grado.

Bueno, entonces significa ésto que no podemos conocer a qué sabían las bebidas de Don the Beachcomber's? Por supuesto que no! Actualmente hay tres bares en los Estados Unidos que preparan las recetas originales. El Tiki-Ti, en Los Angeles, fue fundado en 1961 por Ray Buhen, que había trabajado con Donn desde el principio, y que actualmente es regentado por su hijo Michael y su nieto Mike. En Fort Lauderdale, Florida, tenemos el Mai-Kai, cuyos jóvenes entrepreneurs contrataron en 1956 a Mariano Licudine, que también había trabajado en Don the Beachcomber's. Mariano tenía la habilidad y el conocimiento para reproducir las recetas originales, que han sobrevivido hasta hoy. Un tercer sitio es Forbidden Island, en Alameda, California. Es un local que abrió recientemente, y la intención de sus fundadores es la de volver a los orígenes. Por tanto, se las han apañado para que sus recetas sean originales, que es algo que desde Bastardo Saffrin valoramos enormemente.

Y chicos, un cuarto lugar es vuestra casa. Podéis encontrar las recetas de Donn en los libros de Beachbum Berry. En Sippin' Safari, el Bum narra las peripecias que sufrió para encontrar la receta original del Zombie (tuvo que descifrar el código de Donn), aparte de mil y una historias de Don the Beachcomber y sus discípulos. No me canso de recomendar esta lectura.

Y en fin, muchachos, de momento eso es todo.

Mahalo!

Mr. I.

lunes, 14 de enero de 2008

Demerara 151

Ya se que esto no tiene nada que ver con la entrada pero, son el Lemon Hart Demerara y el Demerara 151 el mismo? Y si no cual es la diferencia?

Hola Inma!

Como ya habrás visto, el Demerara 151 es un ingrediente muy solicitado en las recetas originales de Don the Beachcomber tal y como aparecen en los libros de Beachbum Berry.


Vamos por partes: Lemon Hart es la marca comercial. Demerara es la denominación de origen, en Guyana. Y 151 es la graduadión alcohólica, que equivale a 75,5º. Entonces, Lemon Hart Demerara puede ser de graduación normal, es decir 40º, u overproof, 75,5º.

Desgraciadamente, por motivos de distribución, en Europa es muy difícil encontrar Lemon Hart Demerara, ya que esta marca aquí distribuye sus rones de Jamaica, también de muy buena calidad, pero con un carácter diferente. El Demerara se puede conseguir en alguna tienda de Alemania, como Geniesser o Spirituosen Superbillig, pero no siempre lo tienen disponible, es muy caro y hay temas de tasas, etc.

La mejor opción por aquí de ron de Demerara seguramente es El Dorado, tanto por calidad como por distribución. El problema es que no existe una versión overproof de esta marca. Entonces, qué hago yo? Pues mira, pongo el de graduación normal y ya está. No tengo el kick que te da un ron de alta graduación, pero al menos tienes el aroma característico del Demerara.

Pero no sé, qué hacéis vosotros? Contestad, por favor!

Mahalo,

Mr. I.

viernes, 11 de enero de 2008

Orgeat a go-go!!!

Hey, qué pasa?

El otro día nuestro lector Nostromo nos hablaba de un cóctel con orgeat llamado Japanese, al que recurre para dar rienda suelta a su pasión por el orgeat Monin. Pues bien, este post va dedicado a él y a otros adictos al orgeat.

En esta web francesa dedicada a los cocktails, 1001cocktails.com, tienen un apartado de 45 recetas con orgeat, nada más y nada menos. Lo cierto es que no podemos decir que todos sean tiki drinks, pero tienen nombres tan chulos como Heidi, Vache Folle (que quiere decir Vaca Loca, y no otra cosa) o Cuchi-Cuchi. Vaya tela. Pero el que encuentro más atractivo (de los no-tiki, claro) quizás es el Mauresque, seguramente por lo afrancesado. Me encanta el Pernod, qué queréis que os diga.

Pues nada, voy a ponerme ya, que 45 recetas son muchas.

Au revoir,

Monsieur Ivan

Contra la gripe, ron.

Hola amigos!

En las vacaciones de Navidad aproveché el tiempo libre para hacerme un análisis de sangre, de vez en cuando hay que vigilarse. Y resulta que, mira por dónde, tengo el nivel de colesterol un pelín elevado. No es preocupante, pero tengo que tener un poquito de cuidado con la dieta y hacer algo más de ejercicio.

Dentro de este replanteamiento de mi alimentación debo tener en cuenta en qué punto afecta esta costumbre que tengo de tirarle a los palomos, es decir, qué pasa con el alcohol y el colesterol. Y bien, encontré la respuesta que esperaba, y es que el alcohol, en cantidades moderadas, fluidifica la sangre y aumenta los niveles de HDL, es decir, el colesterol bueno. Es más, cuanto más bebas, más colesterol bueno tienes. Se lo diré a mi médico, a ver qué opina.

Pero aún hay más. De mis pesquisas acerca de la influencia del ron sobre la salud, he encontrado datos interesantísimos. Los piratas, que pasaban meses en un barco, no se podían permitir el lujo de portar enfermedades ni virus malos. Para evitar disgustos bebían ron, entre otras cosas, para protegerse contra el escorbuto, la gripe y sobretodo para reducir el estrés.

Si ya te ha pillado la gripe (aunque si eres un lector habitual de este blog lo dudo mucho), hay un remedio de las abuelas que consiste en tomarse un pelotazo de ron con limón y miel.

Es curioso, porque tengo a Lady Eve con un gripazo estupendo toda la semana y yo ya estaba escamadísimo de que me lo iba a contagiar, ya que al parecer la gripe de este año es muy infecciosa, o al menos eso dicen en el telediario. Pero ha acabado la semana y mira por donde, estoy sano y salvo. Ahora entiendo porqué.

Así que amigos, tanto si tenéis gripe como si no,

Okole Maluna!

i.

Don the Beachcomber


Aloha!

Antes de escribir el artículo de esta noche me tengo que lavar las manos, porque es cosa seria.

Todo empieza el 22 de febrero de 1907. En la ciudad de Mexia, Texas, nace Ernest Raymond Beaumont Gantt. Después de una infancia movidita, una serie de apasionantes viajes por el Caribe y algunos episodios borrosos de contrabandista durante la ley seca, finalmente sienta la cabeza y monta un bar en McCadden Place, en Hollywood, donde empieza a experimentar con los rones. El garito en cuestion se llamaba Don the Beachcomber. Y lo cierto es que, con sus potentes cócteles y con su ambientación tropical, constituía una bonita escapada de la realidad, y empezó a tener mucho éxito entre el personal hollywoodiense.

Y Ernest se cambia el nombre legalmente a Donn Beach. En 1937 abre el primer restaurante de la cadena justo enfrente del primer bar. Seguramente por influencia de su entorno peliculero, su restaurante es un paraíso tropical lleno de vegetación, fruta fresca y cascadas, además de los deliciosos e impecablemente presentados cócteles con los que ya se brindaba en su primer bar.

Por aquel entonces se asoció y después se casó con Irene "Sunny" Sand, de la que se divorció tres años después. Sunny era tan espabilada y tan buena con los negocios que se quedó con los derechos del nombre y montó la primera franquicia en Chicago. Cuando Donn volvió de la guerra se encontró con que Don the Beachcomber era una cadena que funcionaba sin Don. Llegaron a tener 16 restaurantes repartidos por los Estados Unidos, creando un estilo propio que tendría una gran influencia sobre el resto de restaurantes polinesios.


En estas, Donn se las apañó para irse a las islas y continuar vendiendo el sueño tropical. Ya sabemos que el pop polinesio nace en California con Donn como pionero, y también es el primero en llevar el concepto "tropical" al trópico mismo para satisfacer las expectativas de los turistas, que iban buscando el hawaiian style a un Hawai que por aquel entonces era bastante soso en ese aspecto. Y en 1948 abre el Don the Beachcomber de Waikiki.

La verdad es que había que echarle un par, porque, de alguna manera, Hawai había reprimido su cultura vernácula para homogeneizarse con los Estados Unidos continentales. Y de pronto, en ese contexto, aparece un local que vende el primitivismo salvaje que buscaban los turistas, y tiene mucho éxito, tanto entre éstos como entre los propios hawaianos.

Y abrió la caja de Pandora. Miles y miles de turistas yankis iban a Hawai a buscar lo "auténtico", y lo que en un primer momento eran bares acabaron evolucionando en "poblados nativos" temáticos con sus hoteles, restaurantes y bares al estilo que impulsó Donn.

Per él no se quedó atrás. Su siguiente proyecto era algo que iba todavía más allá de los resorts primitivos que iban apareciendo por las islas. El International Market Place era un lugar que aunaba varias culturas que habían tenido influencia en la cultura hawaiana. Eran casi 6 hectáreas de hoteles, restaurantes, bares, tiendas de artesanía y espectáculos tribales, todo ello decorado al estilo tropical de Donn, hasta el punto de esconder cualquier rastro de construcción moderna.

Tres de los restaurantes del complejo eran de Donn. El Don the Beachcomber's Cabaret Restaurant era un paraíso tropical donde músicos de la talla de Martin Denny amenizaban la velada. En The Colonel's Plantation Beefsteak House algo tan simple como comerse un filete con ensalada se convertía en un gran espectáculo teatral. Pero el restaurante más increíble de todos era el Donn's Treehouse. Era una cabaña de bambú encima de un árbol con sólo una mesa. Al llegar ya te encontrabas la cena servida, y cuando cerrabas la puerta tenías la garantía de estar a solas con tu pareja y con una serie de incentivos para acabar la velada en condiciones: ropa cómoda en plan "nativo", champagne, una cama y música romántica. En el Donn's Treehouse uno realmente se evadía de cualquier cosa que se hubiera dejado abajo.


Y habiendo llevado al paraíso a miles de clientes satisfechos, Donn se retira a vivir a la Polinesia Francesa en un barco tiki que él mismo había decorado, llamado Marama. En 1989 muere de cáncer en un hospital de Honolulu.

Según escribe Beachbum Berry en Sippin' Safari, cualquiera que tuviera un trato directo con él guarda un buen recuerdo. Todo el mundo coincide en que era una buena persona, más allá de todo lo que significa su figura y de todos los camino que abrió. Podríamos decir que Don fue el padre y fundador del pop polinesio, e incluso que en su primer momento tuvo mucha más influencia que su rival y amigo Trader Vic, que imitó su modelo y lo expandió por el mundo y lo llevó a las casas de la gente.

Y para mí los cocktails de Donn merecen una entrada aparte, hablaremos de ello más tarde.

Mahalo,

Mr. I.

miércoles, 9 de enero de 2008

Un mono con sombrero

Aloha!

No sé si os habéis fijado en la presencia del fez dentro de la cultura tiki y cocktail en general. Seguro que habéis visto muchas veces un simpático monico con un sombrero, aunque sea en el mug de Tiki Farm diseñado por Crazy Al. Johnny Johnny, de Tiki Bar TV, también luce siempre un bonito fez de leopardo. Veréis fotos de tipos luciendo feces en fiestas tiki. Y en fin, habitualmente aparecen estos sombreros árabes en un contexto totalmente inusual.

Y vosotros, en vuestra actitud curiosa, os preguntareis, porqué? Bueno, en un primer momento pensamos que es un elemento exótico y, por tanto, susceptible de ser llevado junto a una camisa de floripondios y un vaso peanut. Pero esta es una respuesta demasiado fácil.

El uso de los feces fuera de un contexto árabe se remonta a la Ancient Arabic Order of the Nobles of the Mystic Shrine. También conocidos como los Shriners, eran una rama de los masones fundada en el s.XIX cuyo estilo de vida se basaba principalmente en irse de juerga desmadrada. Para ellos, la vía para el entendimiento entre los seres humanos pasaba por el cachondeo, el alcoholismo y las mujeres. Y adoptan una estética árabe porque en la época victoriana, represiva y formal, el mundo oriental era percibido como el paradigma de la libertad y el hedonismo. Era un poco como vivir en Las Mil y Una Noches. El fez era el símbolo de las logias de los Shriners. Cada miembro de una logia tenía un fez con el escudo de la misma.


Aunque parezca curioso, estas asociaciones siguen existiendo, aunque su razón de ser es algo diferente. Actualmente son asociaciones filantrópicas que se dedican principalmente a montar hospitales para niños y a desfilar en los desfiles montados en coches en miniatura. Sí, es curioso.

Shag recurre con bastante frecuencia a este tema. Una de sus serigrafías más chulas es "Wives With Knives". También colabora con algunos Shrine Centers para recaudar fondos.



Y en fin, hasta ahí llega la conexión. Tenemos por un lado el exotismo y por el otro la relación con las juergas. Además, los feces molan un montón, para qué necesitamos más? Así que ya sabéis, amigos, haceos con un fez bien chulo en Fez-O-Rama. A mí los reyes me trajeron uno increíble, el de The Royal Order of Hipsters (lo siento, chicos, está agotado). Los materiales y los acabados son impecables, y con el envío os envían un montón de chorradas extra.

Hasta pronto,

Mr. I.