jueves, 5 de mayo de 2011

Tiki Bar Kahala

Aloha!

Amigos, hoy tenemos post deluxe!. Hace unos meses os anunciábamos la apertura del nuevo Tiki Bar Kahala, el hermano pequeño del Kahala de toda la vida. La nueva propuesta de Nicolás, el capitán de este buque, es algo que tenía en mente desde hace mucho tiempo.


Como os explicaba en el anterior post, cuando abrió el Kahala en 1971 ofrecía, de la misma forma que lo hacían los primeros bares tiki en Estados Unidos, platos exóticos, mezclando elementos de la gastronomía de las islas con influencias asiáticas. Pero esta buena costumbre poco a poco se fue perdiendo.

Y ahora, amigos, podemos volver a comernos un cerdo kalúa, un salmón lomi lomi o compartir un pupu platter con los amigotes sin necesidad de ir al Trader Vic's más próximo. Y para los paladares menos experimentales, las hamburguesas también son de traca. Y todo regado con el cocktail de vuestra elección. Me emociona escribir estas cosas, qué queréis que os diga.


Os cuento algunos de los platos que he tenido la oportunidad de degustar. Kame Hame Ha, además de un legendario rey hawaiano y un ataque mortal de cierto héroe de la animación japonesa, son unas alitas de pollo rebozadas con kikos y salsa BBQ. El cangrejo Rangoon son unos saquitos de wanton rellenos de queso cremoso y cangrejo, muy suaves. Aunque mi plato favorito, con diferencia, son los langostinos rebozados con coco y panko (pan rallado japonés, vamos) acompañados con una salsa agridulce y conocidos con el nombre de El Garfio. Boh, es acordarme de ellos y salivar.


El Pupu Platter es una bandeja variadita con unos langostinos, pollo rebozado con salsa BBQ (espectacular), costillas asadas, chips de yuca y un poquito de ensalada para no sentirnos demasiado culpables. Ideal para compartir mientras os tomáis unos mai tais. La hamburguesa Kahala es 100% ternera, con queso, bacon, cebolla, lechuga y, el toque tropical, un crujiente de piña que le da un punto inesperado. Y aplauso para el remate de salsa BBQ de cebolla ligeramente picante importada de Hawaii.


No me puedo olvidar del espectacular postre Volcán Mauna Loa. Un moai de chocolate relleno de coco servido con piña flambeada con ron in situ nos va a dar conversación para toda la noche. En definitiva, la carta está pensada con mucha dedicación y amor. Tanto la selección de los ingredientes como la elaboración y desde luego, la presentación, de los platos está cuidada al detalle. Enhorabuena.


El local es pequeño, con un ambiente muy luminoso de día y más tenue por la noche. La decoración es sobria pero aún así tenemos el ambiente exótico que necesitamos, los tikis nos observan desde todas partes mientras escuchamos, atención, música exótica de verdad. Entrar a un local y escuchar a Martin Denny, Les Baxter o Yma Sumac me parece increíble.

Pues eso, Diagonal 535, abierto desde por la mañanita hasta las tantas, precio para todos los bolsillos, qué más queréis que os diga. Que ya estáis tardando en ir a cenar al Tiki Bar Kahala una noche de estas. Y después a tomaos unos cocktails clásicos humeantes del tiki ibérico en el Kahala de toda la vida, que está puerta con puerta.

Mahalo,

Mr. I.