domingo, 21 de octubre de 2007

Elvis

Aloha!

Nos puede gustar o no, pero Elvis era un figura. Sus canciones son parte de la cultura popular, y encima del escenario era una fiera. Aportó muchísimo al panorama musical de su momento, y dejó un importante legado a las generaciones venideras. Pero bueno, no estoy diciendo nada nuevo. Entonces, qué pinta el Rey en este blog?

De todos es sabido que Elvis era un enamorado de las islas. Hizo un montón de conciertos y unas cuantas pelis, que ayudaron a promover el island style entre las masas.



Blue Hawaii* (Amor en Hawai) va de Chad, que vuelve del ejército y lo que le va es el surf y tocar la guitarra en la playa con los colegas. Su padre lo quiere poner a currar en el negocio familiar de las piñas pero él se monta un negociete de guía turístico con su novia. Por cierto, su madre (Angela Lansbury) va todo el día puesta de Maitais. En Girls! Girls! Girls! (¡Chicas! ¡Chicas! ¡Chicas!), Ross es un pescador que se queda sin trabajo porque su jefe se jubila, y tiene que conseguir dinero para comprar el barco de su padre. Y en Paradise, Hawaiian style, Rick surca los cielos sobre las islas en su helicóptero con su negocio de vuelos chárter. Pero ay, caramba, que se le caduca la licencia de vuelo, a ver cómo sale nuestro amigo de ésta. Como veis, son todos argumentos más complicados que el de Lost, y por si fuera poco, se añaden a la trama los necesarios líos de faldas con las diferentes mozas de las islas, todo ello amenizado por los números musicales del maestro. Os he puesto links a diversas tiendas de la red, pero si buscáis un poco por los puntos habituales podéis encontrar los DVDs por unos seis eurillos.


Pero quizás más influyente que las pelis fue el concierto que dió Elvis el 14 de enero de 1973 desde el Honolulu International Convention Center, llamado Aloha From Hawaii. Fue el primer concierto retransmitido vía satélite por televisión, y visto por más de mil millones de espectadores. Están en el imaginario popular las imágenes de Elvis con su traje y su capa blanca de lentejuelas y con esos leis y esas patillas. También es cierto que este concierto marca el principio de la decadencia del Rey, pero eso ya no viene a cuento.

La demanda popular de chorradas relacionadas con Elvis en Hawai nos ha dado varios frutos. Lo más interesante que he encontrado ha sido esta bonita figura commemorando la imagen del Rey en Blue Hawaii. Y, por otro lado, Tiki Farm produjo un mug dentro de su colección Hawaiian Idol Mugs llamado Da King dedicado a La Pelvis.



Os dejo con el trailer de Blue Hawaii para que os hagáis una idea de lo que estamos hablando. Sed felices.

Mr. I.

* Blue Hawaii también es el nombre de un cóctel muy rico y vistoso, os paso la receta ya mismo.

Blue Hawaii


Hola chicos!

Rápido, que la cosa es sencilla. Blue Hawaii, que no es lo mismo que Blue Hawaiian:

- 2 oz. de zumo de piña
- 1 oz. sour mix
- 3/4 oz. de curaçao azul
- 1/2 cucharadita de nata líquida
- 1 1/2 oz. de vodka

Se mezcla todo y se sirve en un vaso con hielo picado. Y se adorna con una rodajita de piña natural. Yum!

Mr. I.

viernes, 19 de octubre de 2007

Tiki Farm

Hola amigos y amigas!

Hablemos de mugs. Hemos de ser conscientes de que el pop polinesio (hacía mucho que no escribía esta expresión) está en un buen momento, al menos si lo comparamos con los años decadentes de los 80. Eso implica muchas cosas, entre otras que haya que generar nuevo material para abastecer las necesidades del mercado tiki. No nos podemos poner camisas de hibiscos de los 50, no podemos sentarnos en las sillas de bambú originales de los bares y no podemos beber en vasos vintage, con el uso se estropean. Y lejos quedan los años de OMG y Orchids of Hawaii, así que alguien tiene que producir y diseñar nuevos vasos.

Tiki Farm nace de esta necesidad. Holden Westland, el tipo detrás de la empresa, tenía un portal de e-commerce, ebachelorpad.com, donde vendían lo que vendríamos a denominar cosas guays. Su apartado Tiki Lounge era el de más éxito del sitio, pero en general la oferta que había en el mundo de los coleccionables y vasos tiki no era muy satisfactoria. O eran productos vintage carísimos o eran nuevos pero muy cutres. Así que decidió producir los vasos que a él le gustaría tener, ya que el mismo era coleccionista.

La clave de su éxito está, en gran parte, en sus colaboradores. Los mejores artistas de la escena tiki-lowbrow, como Shag, Von Franco, Derek Yaniger o Crazy Al diseñan mugs para Tiki Farm, lo que garantiza un éxito de ventas hacia los fans de los artistas y también por la calidad del diseño y la producción de las piezas.

Otro dato interesante es que las ediciones suelen ser limitadas, aunque las cantidades que producen sean bastante grandes. Eso añade el factor coleccionismo, ya que cada pieza, aunque no sea un vaso vintage de los 60, adquiere un cierto carácter de objeto especial, no como los vasos producidos en masa que podemos encontrar en otros sitios. Y los precios no son caros, siempre y cuando hagamos nuestra compra mientras no se haya agotado la pieza en cuestión. Nosotros, por ejemplo, adquirimos una de las últimas copias de la reedición del Suffering Bastard decanter de Trader Vic, como el de la fotito de la izquierda, y le tenemos mucho cariño (de ahí el nombre de este blog). También tenemos la colección de Shag del 40 aniversario de la Pantera Rosa, la colección Artist Series Tiki Mug 4 Pack y recientemente adquirimos el juego de sal y pimienta de Shag que veis en la foto.



Y es que en estas semanas están lanzando un montón de novedades, así que estad atentos a su web porque tienen cosas muy chulas. El único problema es que la cerámica pesa lo suyo, entonces los gastos de envío encarecen bastante el precio final. Pero bueno, un capricho de vez en cuando nos lo podemos permitir todos, que en algo hay que gastarse el dinero.

Aloha,

Mr.I.

martes, 16 de octubre de 2007

Tiki Bar TV

Buenas noches, corazones.

Hoy vamos a hablar, por una vez, de una cosa moderna del s.XXI. Va de podcasts. Para los que estén todo el día en el bar, explicaremos de manera muy básica: los podcasts son archivos de audio o vídeo que hace el personal para que todos nos los bajemos y los disfrutemos en la intimidad. Haciendo un paralelismo simple, viene a ser un blog en formato audiovisual. Eso significa, de alguna manera, el verdadero inicio de la radio y la televisión independiente.


Y bien, este avance de la tecnología, ¿escapa a tiki? ¡No señor! Vamos unos años atrás, cuando la comunidad internauta empezaba a usar este formato. Y resulta que Jeff Macpherson, un director y guionista de televisión, estaba en un momento un poco raro de su carrera profesional, en la que tenía muchos proyectos en cartera pero ninguno cerrado. Vamos, que no tenía mucho curro esos días. Su amigo de la infancia Kevin Gamble le enseñó cómo la gente estaba empezando a hacer videoblogs, y de manera medio improvisada llamaron a su amiga Lala y una tarde de esas tontas grabaron un capitulillo. Como Jeff tenía un bar tiki en su casa y una bata blanca, la historia iba de un médico que recetaba cócteles para todo. Así que lo monta y lo cuelga, todo rodado y montado en un rato, sin pensar mucho y sin demasiada intención.


Pronto se da cuenta de que la gente ve su vídeo. Así que decide rodar otro, le parece divertido. Pero esta vez se lo curraría un poco más, ya que, después de todo, parecía que alguien lo estaba viendo. Aunque lo cierto es que estaba en la duda de si debía "malgastar" su energía y su talento en algo tan banal como un videoblog. Pero poco a poco fué ganando visitas, y se dio cuenta de que podía producir y dirigir su propio programa, sin tener que dar cuentas a nadie. Entonces decidió seguir adelante, recibiendo cada vez más visitas. Así que en vistas del éxito creciente, Jeff recibe ofertas de varios canales de televisión para convertir el show en una serie con episodios de media hora, pero los rechaza porque se da cuenta de que el formato no funcionaría.

Y llega un momento en el que tiene, así como quien no quiere la cosa, 350.000 suscriptores a sus podcasts. Nosotros en nuestro blog tenemos tres o cuatro lectores habituales y estamos contentísimos, así que imagina. Podéis sumaros a la larga lista de espectadores en su web.


Los capitulillos (a fecha de hoy llevan 30) son un poco chorras, pero muy graciosos. Van eso, de un médico, el Dr. Tiki, que receta cócteles para curar todos los males, lo que está bien. El bartender es Johnny-Johnny, y Lala es una habitual del bar y compañera de fatigas. Algunos episodios son algo más especiales, como el que os pongo arriba. Bunnies explica, básicamente, un juego para emborracharse, y se ha convertido en un hit del programa. Ya os podéis aprender las normas y echar unas partidillas el fin de semana, ya veréis qué risa.

Para terminar, perdonad por el comentario machista y totalmente fuera de la línea de este nuestro bienamado blog, pero es que Lala está buenísima, y además se la ve alegre y dicharachera. Sólo por ver los bailecitos que se monta al principio de cada capítulo, amigos machotes, ya vale la pena suscribirse al podcast.

Hala, a disfrutar de la vida,

Mr. I.

viernes, 12 de octubre de 2007

Havana Club VS Bacardí

Hola amigos del ron.

Os aviso que este post es muy básico, pero no por eso es información inútil.

Vamos a ver, os puede pasar que tengáis que montar un bar de emergencia, en múltiples situaciones. Por ejemplo, si os vais un fin de semana por ahí y vuestros amigos dicen "venga, y que aquí el colega nos haga un cóctel de esos jaguayanos!". Y en el súper del pueblo no tienen porqué tener Appleton Estate Extra 12 years*. Bueno, habrá múltiples situaciones en las que tengáis que sobrevivir en condiciones adversas, y tengáis que escoger entre Bacardí o Havana Club, entre otros.



En ese caso, no hay color. Espero que nadie me demande por poner esto, pero que sepáis que Bacardí es una mierda. Bueno, todo tiene sus matices, pero el Bacardí Carta Blanca tiene un olor que tira para atrás, y el añejo 5 años pché. El Bacardí 8 años es bastante bueno (por eso cuesta lo que cuesta), y el 151 cumple su función, pero los que están por debajo no le llegan ni a la suela.

En cambio, Havana Club es otra cosa. Su aroma y sabor son de ron, no de brebaje de discoteca como en el caso del Bacardí. Desde el blanco (que no es exactamente blanco, pero bueno) hasta el 7 años, son excelentes, y a un precio muy competitivo. La botella del blanco ronda los 10€, y os va a proporcionar más de una alegría. Debéis saber que en un producto cubano, y por el bloqueo no se distribuye en Estados Unidos. Bueno, pues los yankis cuando viajan fuera del país se llevan a casa, indefectiblemente, varias botellas de Havana 7 años entre los calzoncillos, porque les vuelve locos. Y eso que la oferta que tienen ellos es amplísima. Y nosotros lo tenemos en el colmado de la esquina, HA!

Os invito a que, si tenéis la oportunidad, os hagáis un Daiquiri con las dos marcas de ron y así veréis claramente las diferencias. Así que ya sabéis, amigos, ante la duda, comprad Havana, quedaréis como unos marqueses.

Mahalo,

Mr. I.

* El otro día compré una botella de Appleton Estate Extra (27€ en el Quílez) y creedme, vale la pena gastarse la pasta. Probad un MaiTai con este ron y se os saltarán las lágrimas.

sábado, 6 de octubre de 2007

Mr. Bali Hai

Aloha!

Hace unas semanas leía en el Grog Blog de Beachbum Berry una entrada sobre el Mr. Bali Hai, el cóctel marca de la casa del restaurante Bali Hai, en San Diego desde 1955.

Bueno, Beachbum publica su receta en su libro Intoxica!, que todos deberíais tener en casa, y no es muy bonito publicar aquí algo que está en un libro, ya que ahora ya no lo compraréis. Pero bueno, tengo que decir que esta receta ya la ha visto publicada en internet y al parecer nadie se queja, así que os la pongo. Anyway, Bum, if you ever read this and you want me to remove it from the blog, please tell me. Ya está. A ver, la receta:

- 1 oz. Zumo de Piña
- 1 oz. Sour Mix
- 1/2 oz. Coffee Brandy
- 3/4 oz. Ron Blanco de Puerto Rico
- 1 oz. Ron Myer's


Agitar en la coctelera con un puñado de hielo picado y servir en esta vaso tan chulo, el caníbal con un hueso en la nariz y los ojos cansados de tanto perseguir a los turistas americanos. Todo un clásico, reeditado no hace mucho por Tiki Farm, pero ya agotado. Siempre nos quedará eBay.

Esta receta desapareció del restaurante, pero recientemente volvió a la carta. Um, sólo que cambiaron la receta. Ya no lleva brandy de café, sino de arándanos, y el ron Myer's se sustituye por Lemon Hart 151. Eso sí, no conocemos las medidas, así que no lo hagáis en casa, ya que habiendo 151 por medio el resultado puede ser doloroso.

Bueno, os voy a explicar en otra entrada cómo se hace el coffee brandy.

Okole Maluna,

Mr. I.

Coffee Brandy

Hola amigos.

Viendo la receta para el Mr. Bali Hai, me di cuenta de que necesitaba aportar a mi vida una botella de coffee brandy. En concreto, pide Hiram Walker Coffee Brandy. Y bueno, no he sido capaz de encontrar esta marca, ni siquiera ese producto. Hay otra marca, Allen's, pero tampoco se encuentra por aquí. Ay, pobres de nosotros, que en el sur de Europa no se distribuyen la mitad de los productos que necesitamos. Hay otros licores de café, como por ejemplo Kahlua, pero éste por ejemplo es a base de vodka, con lo que es menos aromático. Marie Brizard también tiene un licor de café, y a base de brandy, pero al parecer es demasiado dulce.

Bien, y ¿qué hacemos cuando no encontramos el ingrediente deseado? Pues sí señor, nos lo hacemos nosotros. Así que me puse a buscar una receta por ahí. Después de ver varias, encontré una que me convencía pero usaba vodka, y decidí sustituirlo por brandy, a ver qué pasaba. Y el resultado fué bastante bueno. Tengo que ser honesto, no he probado el brandy de café comercial, pero creo que éste se acerca bastante a la idea. Sabe a café, eso es obvio, y también sabe a brandy. No sólo se nota el alcohol, sino el aroma a frutas y madera del brandy. Tiene un sabor bastante complejo. Es dulce, pero no dulce empalagoso en plan sirope. Resumiendo: sabe a caramelo de carajillo, para qué nos vamos a engañar. Y está muy rico.

Bueno, vamos con la receta. Las medidas son un poco raras, pero es que están traducidas de las medidas yankees y escaladas para conseguir una cantidad humana, no el galón de la receta original. Os pongo entre paréntesis las marcas que he usado yo.

Entonces, necesitamos:

- 40 gr. de café instantáneo (Nescafé)
- 15 ml. de aroma de vainilla (Yuspe, se encuentra en las tiendas de productos latinos)
- 170 gr. de azúcar (yo uso azúcar sin refinar de Intermón Oxfam, tiene un sabor menos artificial que el azúcar blanquilla convencional)
- 215 ml. de agua
- 250 ml. de brandy (Torres 5)

Hacemos un sirope con el azúcar, el agua y el café. 40 gramos de café instantáneo son un montón, os aviso. Lo dejamos reducir durante una media hora, a fuego lento, sin que rompa a hervir. Lo dejamos enfriar y añadimos el brandy y el aroma de vainilla. Hay que dejarlo enfriar bien, porque si añadimos los ingredientes en caliente, se evaporan los aromas.

Una vez tengamos la mezcla, la guardamos en un bote de vidrio con cierre hermético y lo reservamos durante dos o tres semanas. Y hala, a disfrutar de la vida!

Aloha,

Mr. I.

martes, 2 de octubre de 2007

Trader Vic

Hola, amigos de los tikis!

Hoy vamos a explicar la vida y milagros de uno de los grandes pioneros de los tiki bars. De hecho, si afirmamos que Victor Bergeron (a.k.a. Trader Vic) fue el inventor de los bares tiki, no nos equivocaremos de mucho. Y si tenemos en cuenta que el cóctel tiki por excelencia, el Mai Tai, es invención suya, convengamos que le debemos bastante. Per bueno, entrar en un Trader Vic no es entrar en un bar hawaiano cualquiera , sino que es el origen de todo. Tanto la decoración como los platos y la bebida nos trasladan a la edad de oro de los bares tiki.

Veamos por encima la biografía de Trader Vic, que empieza de una manera bastante trágica. A la edad de 4 años, Victor contrajo una terrible tuberculosis por la que le tuvieron que amputar una pierna. Y durante su adolescencia volvió a recaer en la enfermedad repetidas veces. Pero en ningún momento sus padres le trataron de manera condescendiente, ya que trabajaba mucho en casa, practicó deportes de manera muy competitiva y estuvo en los boy-scouts realizando trabajos sociales. Toda esta actividad, considerando su minusvalía física, fue muy determinante en su personalidad, ya que desarrolló de manera muy sólida valores como la constancia, la responsabilidad y la seguridad en sí mismo.

Creció en una finca en el campo rodeado de la naturaleza y sus frutos. Allí aprendió tanto a cultivar como a distinguir los ingredientes, a desarrollar la sensibilidad por los olores y los sabores. Su padre siempre estaba cocinando platos, experimentando con los ingredientes. Por otro lado, ya en su infancia siempre estaba buscándose la vida, ingeniándoselas para ganar un dólar.

Y en fin, a lo largo de sus muchos empleos tuvo la oportunidad de aprender los conceptos básicos para llevar adelante un negocio. Y acabó trabajando en el bar de su tío, donde tuvo sus primeras experiencias como barman. Según explica en su autobiografía Frankly speaking: Trader Vic's own story, recibió su primera lección de coctelería de la siguiente manera: En mi primera noche de trabajo un tipo me pidió un Old Fashioned. Miré los ingredientes en un librito, los vertí en una coctelera con hielo y serví la bebida en una copa de cóctel. El viejo me dijo "¿Chaval, no sabes preparar un Old Fashioned?¡Tráeme un vaso y te enseñaré cómo se hace!. También aprendió cómo mantener entretenidos a los clientes con truquillos y coñas marineras detrás de la barra.

Llegó el momento de abrir su propio negocio. En 1934, Con 800$ que le dejó su tía, Víctor montó su restaurante Hinky Dink's. En plena depresión, la gente no tenía mucho dinero para gastar, así que ofrecía comida y bebida a buen precio. El público, que no tenía muca cosa mejor que hacer, iba al Hinky Dink's a evadirse de los problemas de la realidad cotidiana, animados por el ingenio de Victor, que organizaba numeritos tipo karaoke y otras diversiones baratas y rentables. Un truco habitual del Trader era explicar cómo un tiburón le había arrancado la pierna de un bocado (mentira, recordad que fue la tuberculosis!) y acto seguido se clavaba un picador de hielo, golpe de efecto que le costó más de un susto a algunas delicadas señoritas.

Pronto sintió la necesidad de desarrollar la vena exótica de sus bebidas. Decidió viajar junto a su esposa por el sur de Estados Unidos y Cuba, conociendo a los mejores mixologists del Caribe y estudiando junto a ellos. Aprendió mucho sobre el ron y las limas, ingredientes principales del Daiquiri, que fueron determinantes en su carrera posterior.

Como era previsible, a la vuelta de sus viajes decidió darle la vuelta al negocio. Así que decoró su restaurante con objetos que había ido adquiriendo en sus viajes, a la manera de algunos locales que vió en Hollywood, como el Don the Beachcomber y el Seven Seas. También cambió el nombre al de Trader Vic's por sugerencia de su mujer, a quien le pareció un buen nombre porque Victor había estado toda su vida negociando (trading) para sacar unos pavos. También cambió el tipo de clientes. Ahora la comida y la bebida no era pollo asado y cerveza, sino platos exóticos mucho más sofisticados y cócteles preparados con los mejores rones y zumos de fruta fresca. Y claro, pronto acabó siendo uno de los locales de moda de la ciudad, convirtiéndose en un gran negocio pero sin perder su esencia de bar tiki con muebles de bambú y máscaras polinesias.

En fin, que parece que la cosa funcionaba. Así que abrió un segundo local en San Francisco. Y después vino toda la costa oeste. Y todo el país. Y todo el mundo. Actualmente hay alrededor de 30 restaurantes en todo el mundo. En España tenemos uno en Marbella, del que nuestro lector Paco quedó gratamente impresionado. Y otro que nos pilla más o menos cerca es el de Londres, que además es el más antiguo de los que hay abiertos (desde 1945), ya que los originales de Oakland, San Francisco, etc... han ido cerrando por cuestiones varias. Lady Eve y un servidor tenemos programada una visita al Trader Vic's London que ya os narraremos con detalle.


Trader Vic's también abrió un restaurante en Hawaii, como hicieron Don the Beachcomber o Kon-Tiki. Es curioso, porque el Tiki Style es un producto americano, no genuinamente hawaiano, pero los turistas que viajaban a Polinesia esperaban encontrar lo que veían reflejado en los "bares hawaianos" de Estados Unidos. Así que los restauradores yankees abrían este tipo de locales en el archipiélago para no decepcionar a los visitantes. Por cierto, cuando Hawaii se puso de moda como destino turístico, las compañías United Airlines y Matson Steamships contratan a Trader Vic como asesor culinario para sus travesías hacia las islas.

En 1947 (con una revisión en 1972) publicó su libro Trader Vic's Bartender's Guide, seguido de una serie de libros de recetas con las que el público podía realizar en casa el viaje tropical que ofrecía el Trader. Truco: en sus recetas incluía ingredientes que vendía en sus restaurantes, con lo que además de vender un montón de libros, facturaba una buena cantidad en productos Trader Vic's. Vamos, que era un negocio redondo.

A ver, también es cierto que todos tenemos un lado oscuro. Victor Bergeron era conocido por ser un déspota hijo de puta simpático. No se cortaba ni un pelo a la hora de opinar sobre temas espinosos, y a la gente le encantaba. Por otro lado, un imperio como el suyo no se montaba tratando bien al personal, sino aprovechándose de todas las oportunidades que se le brindan, e incluso de las que no. Incluso actualmente, dicen las malas lenguas que no todos los Trader Vic's están a la altura de lo que se espera.

Victor Bergeron murió en 1984, habiendo dejado un importante legado. No sólo inventó el Mai Tai además de una gran variedad de cócteles, o fue un maestro de la cocina exótica de calidad. Su gran hazaña fue extender el concepto de bar-restaurante polinesio por todo el mundo, gracias a su constancia y su visión para los negocios. Además, animó al público a montarse sus propios paraísos tropicales en casa, y en eso sí que estamos en deuda con él.

Así que amigos, alzad vuestros Mai Tais y Okole Maluna!

Mr. I.