Hola amigos!
El otro día, hablando con cierto amiguete que corretea por aquí de vez en cuando, intercambiamos nuestras impresiones sobre la mejor manera de exprimir limas, tarea bastante cotidiana en nuestras vidas.

Llegamos a la siguiente conclusión. Lo mejor que hay es el exprimidor de palanca, como el que aparece en las fotos. Lo cierto es que no es una pieza que la tengan en los chinos, el mío lo encontró Lady Eve en una tienda de
Casa. Os recomiendo que si lo encontráis, os compréis un par de ellos, porque son de plástico y nadie garantiza que no os lo carguéis exprimiendo limas como locos. Y éstos son baraticos. O sí viajando por ahí encontráis uno de aluminio o de acero, pagad lo que cueste, lo tendréis para siempre.
Y cómo se usa este cacharro? Quizás uno mira el exprimidor y le da la impresión de que tiene que poner la lima haciendo coincidir la forma cóncava del recipiente de los agujeros con la cáscara de la lima, dejando así la parte de la pulpa hacia arriba para presionar con la parte convexa del exprimidor y así sacar todo el zumo. Parece lógico, no? Craso error. De esta manera conseguiremos más bien poco jugo, nos desesperaremos y si somos muy apretaos igual hasta nos cargaremos el exprimidor, pero nos dará igual porque estaremos convencidos de que es una mierda y volveremos al exprimidor de toda la vida.

La clave del éxito está en cómo poner las limas. por favor, prestad atención, que es importante. En la foto inmediatamente superior podemos ver la posición correcta, que es
con la cáscara hacia arriba y la pulpa hacia los agujeros. De esta manera, presionamos haciendo palanca, le damos la vuelta a la media lima y sacamos todo el jugo. Oled. Ay, qué cosas.

Un par de consejillos para sacar hasta la última gota. Después de una primera presión, sacad la lima, ponedla de lado otra vez en el exprimidor y volved a presionar para sacar más zumo. Además, así liberáis los aceites de la cáscara de limas y creedme, el sabor cambia. También podéis, antes de cortarla, hacer rodar la lima presionándola encima de la barra para ablandarla por dentro, así será más fácil de exprimir y sacaremos todo el zumo.
Lo mejor de todo es el olor que se te queda en las manos.
Ay, amigos, soy adicto a las limas. Qué le vamos a hacer.
Mr. I.