martes, 25 de noviembre de 2008

Kanaloa Art

Aloha, amigos!

El otro día hablando con Kike Hayride de Hawaii, tikis y todo eso, me dijo que había conocido a una pareja de Zaragoza con quien me tenía que poner en contacto, y así lo hice.

Noemi y Eduardo se acercan al tiki desde el mundo del surf. Abrieron hace unos meses Kanaloa Art en el centro de Zaragoza con la intención de traer artesanía directamente desde Hawaii. Les pedí que me enviaran unas fotos y un texto explicándome por encima cuál era la idea detrás de la tienda para redactar esta entrada, pero Noemi me ha escrito un texto con tantas ganas que no me atrevo a tocarlo, así que os lo muestro tal cual.

Nos reconforta conocer a gente que le apasione la cultura hawaiana y aprecie la carga espiritual y artesanal que lleva un tiki. Creedme, es muy frustrante intentar explicar y enseñar a las personas esta cultura y no apreciar en sus caras o palabras ningún gesto cordial.
 

Mi pareja y yo somos unos enamorados de la cultura de la Polinesia y más concretamente de la cultura hawaiana. Intentamos cada día aprender algo nuevo de esta extraordinaria cultura pero no es fácil encontrarlo viviendo en la “ciudad del cierzo”. Por esta razón, lo poco que sabemos queremos ofrecerlo e intentar dar a conocer esta cultura tan desconocida aquí. De esta manera, el tiempo, el dinero, el miedo a volar, no se convertirán en obstáculos para que el espíritu de las islas llegue a todos. De ahí que nuestro principal objetivo sea conseguir difundir esta cultura con todo lo que implica, intentando que las personas que entren a la tienda y abran sus mentes y oídos se lleven un acercamiento de la historia, costumbres... hawaianas.


Entrar a Kanaloa (en la cultura hawaiana Dios del Océano) se convierte en un momento de relajación y disfrute observando todos los detalles que un tiki lleva, entendiendo el por qué de los tikis,… y sobre todo absorbiendo el espíritu aloha que tan presente están en todos los productos desde las clásicas y coloridas camisas hawaianas hasta los estampados de flores de los paños de cocina pasando por las dulces y exóticas flores de plumeria e hibiscus presentes en complementos para el cabello, en collares, pendientes,…

 
Te adjuntamos algunas fotos de los productos que tenemos para que te puedas hacer una idea de lo que hay en la tienda. No obstante, cuando esté la página en la web verás más productos.


Así que amigos, ya sabéis. Si vais para Zaragoza, donde hacen por cierto unas migas muy ricas, no dejéis de pasar por Kanaloa Art para dejar y recibir un poco de aloha, y de paso os lleváis un tiki, que seguro llevará prosperidad y felicidad a vuestra casa directamente desde las islas. O consultad en su web (que estará activa en breve) y poneos en contacto con ellos, os atenderán con mucho gusto.

Por cierto, próximamente estarán en Barcelona en el Hayride, llevarán una selección de lo más interesante de su stock para vosotros. Allí os esperan.

Aloha,

Mr. I.

jueves, 13 de noviembre de 2008

Grog: el primer cóctel tiki.

Hola, amigos.

La British Royal Navy, desde 1655, administraba dosis diarias de ron a sus marineros, ya que era el licor más barato y común en las rutas que solían hacer, y al mantenerse en las barricas durante las largas temporadas que pasaban en alta mar, el sabor del ron mejoraba. Además, al tener una graduación alcohólica mucho más alta que el vino o la cerveza, requería menos espacio de almacenamiento en los barcos. Ah, olvidaba mencionar que mantener agua fresca en largos trayectos en barco era inviable. Enseguida se corrompía, sobretodo en los trópicos, por eso se veían obligados a tomar bebidas alcohólicas, que aguantaban incorruptas cual mano de Santa Teresa de Jesús.

Por otra parte, sabemos que el ron, en su justa medida, es beneficioso para la salud. Además, amigos, imaginad lo que debía ser la vida en un barco del s. XVIII. Esa dosis diaria de ron ayudaba a aliviar las penas de la tripulación.

Pero bueno, no todo era gloria alrededor del consumo de ron. Al estar todos pedo, las complicadas maniobras que tenían que ejecutar en el barco se convertían en tareas casi suicidas, y había muchos incidentes por culpa de la ingesta descontrolada de licor. Eso no es, hombre, algo había que hacer.


En 1740 el Almirante Edward Vernon, en el retrato, pensó que eliminar la ración sería una medida demasiado drástica. Así que un término medio podría ser diluir el ron. La proporción sería una parte de ron y cuatro de agua. Además, se serviría en dos dosis en lugar de una, para dosificar aún más la ración. Esta nueva bebida tomaría el nombre de su creador, cuyo apodo era "Old Grogram".

Acostumbrados a tomar el ron a palo seco, a los marineros el grog les resultaba sosillo. Para darle un poco de gracia, le añadían un poco de azúcar y lima, que resultó ser increíblemente beneficiosa contra el escorbuto gracias a su aporte en ácido ascórbico. Ron, azúcar y limas, a alguien le suena esa combinación?

Poco a poco las dosis de ron, por muy diluidas que estuvieran, fueron ganando mala fama, pero era una costumbre tan arraigada al mar y un símbolo tan fuerte de los derechos de los marineros que nadie osaba eliminarla. Hasta que finalmente el 31 de julio de 1970, conocido como el Black Tot Day, fue el triste día en el que la última ración de ron fue administrada a la tripulación británica, después de 325 años de tradición. Curiosamente, el último barco que sirvió ron a los marineros de la Royal Navy fue el HMS Fife, en Pearl Harbor, Hawai.

Así que amigos, para tomarse un grog con la receta más o menos original, os ponéis en un vaso un par de onzas de ron dorado de procedencia anglófona, es decir, de Barbados, Jamaica, Demerara... Llenáis con agua, exprimís un cuarto de lima y/o un poco de azúcar moreno, y padentro. Aconsejamos pintarse unas anclas o unas estrellas náuticas en los antebrazos.

Buenas noches,

Mr. I.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Más fácil imposible.

Aloha amigos.

Hace poco escribíamos una entrada sobre cómo minimizar la complicación de nuestra vida a la hora de montar una fiesta de cocktails. Pues bien, el otro día vi la luz en el Corte Inglés.



Sun Beach Cocktails es la empresa responsable de estos cócteles embotellados y listos para tomar. Con sólo abrir la botella, como si fuera una cerveza, y al módico precio de 2,95€, ya podéis disfrutar de todo el sabor de un cóctel tropical *ehem*. En la pasada edición de Alimentaria, la feria de alimentación más importante de España, presentaron su primera gama de productos, compuesta de Caipirinha, Coco Loco, Piña Colada y Love on the Beach (véase Sex on the Beach). Al parecer la cosa funciona, ya que han ampliado su gama a Strawberry Daiquiri, Cosmopolitan y, cómo no, Mojito.

Bueno, lectores habituales, esto es lo que hay. Honestamente, no los he probado, por lo que no puedo evaluar la calidad del producto en si. Lo que si que puedo argumentar es que todos sabemos que es imposible reproducir según que sabores en un producto embotellado en la estantería del súper. Aunque sea del Corte Inglés. El zumo de lima recién exprimido tiene un aroma y un sabor que sólo se consigue de esa manera, es decir, exprimiéndolo a mano en el momento de hacer el cóctel en cuestión. Lo mismo pasa con las fresas, la menta, o cualquier otro ingrediente que llevara el cóctel original que pretenden reproducir los maestros de Sun Beach Cocktails.

Por supuesto, tampoco es lo mismo el sabor de un cóctel recién mezclado que algo que lleva meses dentro de una botella, no creo que sea necesario explicar porqué.

Otra cuestión, y esto ya es más opinión personal, es el tipo de cócteles de los que estamos hablando. Es la típica lista de cócteles de chiringuito o de pub irlandés. Es decir, recetas dulces, fáciles (de hacer y de tomar), y no demasiado sofisticadas. Definitivamente, no son cócteles tiki (ojo, tampoco lo pretenden), pero su "tropicalidad" es bastante dudosa.

Lo siento, Sr. Castaway, no tienen Mai Tais (de momento), pero me atrevo a apuntar que ya mismito sacan el margarita...

Siento estar tan peleón, amigos, pero es que me pone de mala leche que nos quieran vender la moto de comparar un cóctel de verdad, aunque sea un Cosmo, con un alcopop embotellado. No es lo mismo. Así que no seáis vagos, compraos una botella de un buen ron cubano blanco, unas limas y haceos unos daiquiris de verdad.

Hasta luego,

Mr. I.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Juerga en el Trader Vic's

Aloha, amigos.

Ya sabemos que este blog tiene una gran carga personal, pero este post es bastante íntimo. Es una serie de fotos de una noche que pasamos en el Trader Vic's de Londres hace ya mes y medio pero que aún hoy recordamos como memorable. Es lo que pasa cuando juntas un puñado de españolitos en tierra extraña y les pones un tipo cantando hits latinos en directo. Pasamos a mostrar y comentar las fotos.


Lady Eve se muestra desafiante mientras sorbe su primer Tiki Puka Puka. Atención al floripondio del pelete, adquirido para la ocasión en Black Pearl.


Mr. Ivan está deseando que hagan la foto para dedicarse de una vez a su Navy Grog.


Mon y Euge degluten sendos cócteles, Trader Vic's Grog y Tiki Puka Puka respectivamente.


Júlia y Lana, a quienes conocimos esa noche, era la primera vez que iban a un bar tiki. Venían acompañando a nuestro amigo Víctor, que es un habitual de la casa, y también de la nuestra.


Primer plano del absoluto protagonista de la noche, el Tiki Puka Puka.


Mi amigo Ferran, residente en la capital británica, brinda con su Navy Grog. Okole Maluna, Ferran!


Lana y Víctor fueron los primeros en animarse a mover el esqueleto (eso se sigue diciendo?) No sabían lo que estaban desencadenando.


Lady Eve y Mon, de las que podríamos decir en el idioma nativo que están a bit tipsy, se echan unas risas sin saber de qué.


Mr. Ivan lucha contra sus tres oponentes por un sorbo de Kava Bowl, no veas cómo chupaban.


No nos pudimos resistir a corear "Devórame otra vez". Huelga decir que éramos los únicos que cantábamos a grito pelado.


Un guiri de la mesa contigua, un tanto cocido, saca a Lady Eve a bailar la Lambada, con bastante poca gracia por parte del guiri.


Trader Vic's London convertido en un ballroom al son de Obí Obá cada día te quiero má. En serio.


Ya antes de irnos, nos despedimos de Viviane, nuestra camarera, que aguantó el temporal con una sonrisa y una amabilidad a prueba de clientes coñazo como nosotros.

Y en fin, ahora que rememoro esos momentos me entran unas ganas locas de volver. Espero que no pase mucho tiempo antes de la próxima vez.

Hasta luego,

Mr. I.

Tiki Trip a Londres 2. Episodio 2: Sugar Cane

Buenas noches, amigos de lo polinésico.

Preparando nuestro viajecico a Londres (ya hace un montón), nos pusimos a investigar si había alguna novedad respecto a nuestro anterior viaje. Y mira por dónde, nos encontramos con un nuevo bar llamado SugarCane.


SugarCane abrió a finales del 2007, con el diseño del local de nuevo a cargo de CheekyTiki. Simplemente llegar al bar ya da buen rollo, por varios motivos. De entrada, se ubica en un lugar remoto al turista ocasional como es Clapham Junction, pero que está sólo a cinco minutos de Victoria Station. Salimos de la estación de tren en Lavender Hill, caminamos cinco minutos hacia la izquierda y ya estamos.

La entrada es bastante espectacular para lo que es el entorno, incluyendo los dos tikis que flanquean la entrada y la inusual en estos días entrada en A-frame. El interior, diseñado una vez más por Cheekytiki, comprende una única sala muy amplia, a destacar la parte izquierda con una serie de tiki huts con mesas grandes, una de las cuales pasamos a ocupar Lady Eve y un servidor, y el Sunset Lounge a la derecha.


Llegamos sin cenar, porque en SugarCane también se come. Un amiguete nuestro se habría quedado en el Wimpy que pilla de camino, pero nosotros íbamos con rumbo fijo. Consultamos la carta que, para nuestra sorpresa, es muy mediterránea, con algunas propuestas bastante inusuales (Sugarcane Tasting plate: Grillez chorizo olives hummus goats cheese and bread). Pedimos sendas hamburguesas con una ensalada aliñada con un aceite solamente equiparable al que mi tío Antonio hace traer del pueblo de origen de mi familia, allá en el sur. Estaba todo buenísimo, la verdad, sobretodo estando en Inglaterra.


Y bueno, llegó la hora de los cócteles! Después de mirar y remirar la carta, Lady Eve se decició por un Pele's (Vodka, rum & passion fruit,served aflame), pero yo tenía mis problemas. En la carta tienen una selección de los habituales Mai Tais, Planter's, Piña Coladas y Zombies, pero también tienen un ampliio surtido de cócteles propios. Hablé con el bartender para que me recomendase algo, y su elección fue el Pacific Island Iced Tea, mezcla de cuatro rones diferentes y Midori, un licor de melón que, permítanme la expresión, es una mariconada, acabado con ginger beer. Como no todos los días tiene uno la oportunidad de tomarse un cóctel verde, le hice caso.


El Pele's de Lady Eve es, como veis en la foto, espectacular. Cuando leí en la carta passion fruit daba por hecho que era sirope, zumo, o como mucho, pulpa de maracuyá. Pero cuál fue mi sorpresa al ver que el tipo cortaba un maracuyá por la mitad, vertía la pulpa y luego aprovechaba la cáscara para meterle fuego y dejarnos con la boca abierta. Mi cóctel no era una cosa del otro mundo, pero estaba bastante bueno. Para mi gusto le faltaba algún ron con más cuerpo, de Jamaica o Demerara, pero bien.

En fin, chicos y chicas, si tenéis varios días en Londres y ya habéis visitado Trader Vic's, Mahiki y Trailer Happiness, no os lo perdáis, pero tampoco dejéis de visitar ninguno de los anteriores por SugarCane. Resumiendo mucho mucho y siendo muy plano, SugarCane está bien pero los hay mejores en la ciudad.

Aloha,

Mr. I.