Aloha amigos.
Hace poco escribíamos una entrada sobre cómo minimizar la complicación de nuestra vida a la hora de montar una fiesta de cocktails. Pues bien, el otro día vi la luz en el Corte Inglés.
Sun Beach Cocktails es la empresa responsable de estos cócteles embotellados y listos para tomar. Con sólo abrir la botella, como si fuera una cerveza, y al módico precio de 2,95€, ya podéis disfrutar de todo el sabor de un cóctel tropical *ehem*. En la pasada edición de Alimentaria, la feria de alimentación más importante de España, presentaron su primera gama de productos, compuesta de Caipirinha, Coco Loco, Piña Colada y Love on the Beach (véase Sex on the Beach). Al parecer la cosa funciona, ya que han ampliado su gama a Strawberry Daiquiri, Cosmopolitan y, cómo no, Mojito.
Bueno, lectores habituales, esto es lo que hay. Honestamente, no los he probado, por lo que no puedo evaluar la calidad del producto en si. Lo que si que puedo argumentar es que todos sabemos que es imposible reproducir según que sabores en un producto embotellado en la estantería del súper. Aunque sea del Corte Inglés. El zumo de lima recién exprimido tiene un aroma y un sabor que sólo se consigue de esa manera, es decir, exprimiéndolo a mano en el momento de hacer el cóctel en cuestión. Lo mismo pasa con las fresas, la menta, o cualquier otro ingrediente que llevara el cóctel original que pretenden reproducir los maestros de Sun Beach Cocktails.
Por supuesto, tampoco es lo mismo el sabor de un cóctel recién mezclado que algo que lleva meses dentro de una botella, no creo que sea necesario explicar porqué.
Otra cuestión, y esto ya es más opinión personal, es el tipo de cócteles de los que estamos hablando. Es la típica lista de cócteles de chiringuito o de pub irlandés. Es decir, recetas dulces, fáciles (de hacer y de tomar), y no demasiado sofisticadas. Definitivamente, no son cócteles tiki (ojo, tampoco lo pretenden), pero su "tropicalidad" es bastante dudosa.
Lo siento, Sr. Castaway, no tienen Mai Tais (de momento), pero me atrevo a apuntar que ya mismito sacan el margarita...
Siento estar tan peleón, amigos, pero es que me pone de mala leche que nos quieran vender la moto de comparar un cóctel de verdad, aunque sea un Cosmo, con un alcopop embotellado. No es lo mismo. Así que no seáis vagos, compraos una botella de un buen ron cubano blanco, unas limas y haceos unos daiquiris de verdad.
Hasta luego,
Mr. I.
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7 comentarios:
ivan tio. Deja de esconderte tras esos muros de hipocresía sibarita. Ke nos lo bebemos de la botella si hace falta joder...
Joder, por unos momentos se me encogió el corazón al leer aquello de "vi la luz en el Corte Inglés".
Llegué a pensar que tu, faro de los creyentes, habias perdido el camino y realmente habias pensado en esos mejunjes como sustitutos de un coctel real.
Sin entrar en sus posibles virtudes personalmente nunca podría beber nada con un diseño tan malo. Si al menos tuviera un tono costroso acorde con el contenido (lease Mai Tai Mix Lidl), me resultaría más mucho más atractivo.
Con todo, no pierdo la esperaza de de que una especie que ha puesto el pie en la luna logre crear un algún día un buen combinado prefabricado.
Hasta entonces a seguir jugando a las cocinitas.
Que fatiguita.
Yo soy muy de probar este tipo de "buena mierda". Soy consciente que esa costumbre me puede llevar a la tumba.
Cambiando de tema. Te hable en uno de mis primeros emails sobre el ron Plantation. Pues bien, el otro día en un bareto de Malasaña vi que tenían un montón de botellejas de estas con la red de esparto tan característica y me dije "¡Anda!" Desvié mi mirada y pude ver otro pilón de botellas de Monín. Le pregunté al de la barra si es que hacían cócteles. Me puso cara de no saber mucho del tema. Según parece al jefe le dio por el asunto y quiere meter un poco de rollo al local.
Bueno al tema. Le dije que me pusiera un cubata de limón del Plantation de Trinidad y la verdad es que está bueno. Al principio probé el ron sin mezclar con el refresco, es un poco rarete, parece un poco especiado, ligeramente dulce. En líneas generales me gustó bastante.
Bueno, me voy a meter un redbull que estoy que me duermo.
Eloi, por supuesto, llega un momento en el que nos bebemos hasta el champú, pero de entrada estas cosas tiran patrás.
Sr. Castaway, empecé a escribir sobre el diseño del packaging pero me autocensuré para no pasarme de cruel, y porque nuestra guerra aquí es el bebercio fino y no la gráfica. No obstante, me parece un diseño increíblemente agresivo para lo que se supone que debe ser una cóctel tropical, además de solucionado de manera muy primaria y de dudoso gusto.
JDM, la próxima vez que te tomes un ron en condiciones, no le eches fanta de limón, hombre!
Hala, voy a ver qué os cuento esta noche.
Mr. Ivan, un peloti de limón no puede ser igual con un bacardi blanco de garrafa que con un licor en condiciones.
Por cierto, el limón siempre Kas y la Fanta, naranja :)
Un buen coctel-snob nunca sale de casa sin una lima de buen tamaño en el bolsillo de su pantalón.
Además de poder disfrutar un ron como mandan los canones, notarás que bien situada, puede producir ciertos efectos colaterales muy interesantes entre las damas.
Pruebalo y no volverás a salir sin ella.
Entre las damas lo que más tirón y éxito tiene es salir con la coctelera de tamaño medio en el bolsillo.
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