Aloha amigos.
Nuestras visitas constantes a la capital del Reino Unido y su riqueza tiki nos hacen poner a las entradas títulos tan rocambolescos y poco prácticos como el de esta entrada, pero vosotros quedaos con lo de Mahiki.
El año pasado ya os explicamos que intentamos entrar al local de moda entre el famoseo y la realeza británicos, pero no tuvimos éxito en nuestra empresa. Este año, en nuestro empecinamiento, lo hicimos de manera más formal, con reserva y todo eso. Nos lavamos y nos pusimos elegantes y para allá que fuimos. Esta vez no había porteros ni nada, exceptuando a los dos espectaculares tikis island style que flanquean la puerta. Lo que encontramos era una entrada espectacular, con una lámpara hecha de boyas de pesca en una red la mar de bonica.
El Mahiki tiene dos ambientes diferenciados. En la primera planta (hacia abajo) está el Lanai Lounge. Son dos salas muy espaciosas y profusamente decoradas con tikis, bambú a tutiplén, vegetación frondosa, iluminación perfecta y unos muebles de lujo. En cada butaca parecía que iba a aparecer Sylvia Kristel entre plantas y cócteles. El diseño del local es obra del estudio londinense CheekyTiki.
En la sala inferior está la Aloha Party Room, que como su nombre indica, es el sitio donde los y las jóvenes británicos se sueltan la melena y otras cosas. La decoración es similar a la de la sala superior, pero despejadito para poder bailar bien agusto. Amigos, en este viaje otra cosa que hemos descubierto es que en un bar tiki se puede bailar. Ya hablaremos, ya.
Bueno, una vez nos decidimos por una mesa (acababan de abrir y el local estaba prácticamente vacío) llegó la hora de pedir nuestros cócteles. Lo cierto es que habíamos hecho los deberes y nos habíamos informado previamente de qué hay que pedirse ahí: Coconut Grenade para Lady Eve y Ultimate Mai Tai pour moi. Nuestro bartender aplaudió la elección y se puso manos a la obra.
Amigos, los cócteles del Mahiki no son ninguna tontería, estos tipos se toman este tema muy en serio. Por supuesto que os podéis tomar un Mai Tai, pero eso ya lo hacéis en casa. Lo que tenéis que hacer aquí es pediros una de estas bebidas complicadísimas de hacer. Para que os hagáis una idea, el Coconut Grenade viene dentro de un coco de verdad. No es tan sencillo como abrir un coco y echar el cóctel dentro, sino más bien hacerle un pequeño agujero, sacar el agua, mezclarlo con el resto de los ingredientes, volver a llenarlo y guardarlo en el congelador. O el Ultimate Mai Tai, que se hace con piña asada con pisco y servido con piña flambeada. Ya os pasaremos la receta, ya.
Y bueno, nos pedimos eso porque íbamos nosotros dos solos y no tenemos muchos posibles, pero si echáis un vistazo a la carta de cócteles veréis cosas difíciles de imaginar como el Bikini Blast, servido en una sandía entera, el Rio Popsicle, que viene a ser un burmarflás sabor caipirinha, el Neptune's Bounty, en una escafandra de buzo, o el increíblemente caro Armada Treasure Chest, cóctel de champagne Louis Roederer Cristal servido en un cofre con incrustaciones de oro de 24K, al módico precio de 650 libras. Eso no es dinero.
Papa Jules, el bar manager (anteriormente dirigía el Trailer Happiness), se sentó un rato con nosotros y nos dio a probar los rones de Barbados que ha diseñado para Mahiki. Un tipo bastante simpático, contento de hablar con personas interesadas en algo más que el lujo y el glamour que, sin haber cumplido los dos años, envuelve al local que dirige.
En fin, amigos, sabéis que teníamos cierta reticencia respecto a este bar, pero lo cierto es que nos trataron estupendamente, todo el mundo era la mar de simpático y había muy buen rollo entre el personal. Especialmente un barman con aspecto de samoano que nos invitaba a una fiesta por la noche mientras nos decía que iba a ser crazy al tiempo que hacía gesto de quitarse la ropa. No sabemos si se refería a escenas como la de la imagen inferior, pero en todo caso no podíamos ir porque habíamos quedado con Karim en el Trader Vic's.
Buenas noches a todos y todas, vamos a dormir que ya es hora.
Mr. I.
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7 comentarios:
claro, vosotros no podíais ir pero no se os ocurrió avisar al pobre amigo victor...
Que si mucho Tiki que si mucho bambú, ¿pero estaba Paris Hilton o no?
Ir tan lejos solo para conseguir que un señor se siente en tu mesa a hablar de ron, no sé yo...
Pues no, Sr.Castaway, no estaba Paris Hilton y creo que las tres chicas que había (una camarera, una señorita que estaba charlando con un señor y Lady Eve) llevaban ropa interior.
Y pobreamigoVíctor, el lunes tú ya estabas con depresión postvacacional en la Ciudad Condal, si no, tú crees que yo te voy a privar de semejante espectáculo?
Ya te lo dije no hace mucho... si tuviera uñas, me estaría arañando de envidia (¿de verdad existe la envidia sana?. Bastante chulo, aquí hay algo parecido, pero ni tan fashion, ni tan bien acabado. Lo que es de alucinar son los precios. Antes de fijarme bien, creía que eran euros, pero va a ser que no.... si te descuidas la broma sale por un piquito.
Hombre, animado parece que se pone a juzgar por la última foto. Nosotros nos tendremos que conformar con el Mauna Loa y sus camareros mal encarados...su encanto tiene.
A otra cosa mariposa, Atención pregunta:
Para hacer grandes cantidades de alguna receta, qué soléis hacer? Algún consejo? Tengo que hacer cóctel para 15-20 y me veo agitando la coctelera 3 horas seguidas.
Aloha Paco!
Sí, los precios son altos, pero están acordes con lo que cuesta tomarse algo en la ciudad, así que puesto en contexto, no es tan caro.
Mentira, es una clavada, pero el que algo quiere algo le cuesta, en este caso muchas libras.
Juan, lo de hacer grandes cantidades de una receta suena bien. Pero la respuesta da para un post, atento al blog en los próximos días.
hola oye esta padrisima tu pagina ya viene mi cumpleaños nmero 20 y yo dare todo en la fiesta dime como puedo hacer para no gastar tanto y que se vea autentico que debo meter bebidas comida etc se los agradesco y otra ves gracias un saludo tu pagina esta muy completa dejo mi correo ratonyqueso@live.com.mx
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