sábado, 20 de junio de 2009

El increíble misterio del maorí del Maresme

Aloha, amiguetes!

Hace unas semanas Lady Eve y yo tuvimos el placer de compartir unos días de asueto con los Castaway en el Screamin Festival, en la localidad de Pineda de Mar. Fueron unas bonitas y agradables minivacaciones llena de rocanrol, sol y comida de buffet libre chunga, que es la que nos gusta. Aquí podéis ver una foto de vuestos bloguers tiki favoritos de España en el chiringuito Beach Bar (este nombre suena un poco reiterativo).


Pues resulta que de camino al chiringuito, deambulando por las calles de Pineda, avistamos tikis, sí señor. Y no en la camisa de un rockabilly alemán, eso no tendría nada de especial, sino en una de las múltiples glorietas del pueblo, sita en el cruce de la avenida Mare de Déu de Montserrat con las calles Barcelona y Francesc Moragas i Barret, es decir, aquí. Es, como podéis ver en la foto, un tiki maorí de una tamaño considerable. Dado lo insólito del hallazgo, buscamos una explicación. Nuestra primera teoría era la del hermanamiento con algún lugar de Nueva Zelanda, como ocurre con el Moai de Olot, pero al no encontrar ninguna placa cercana a la escultura que diera más datos, no nos convencía mucho. Por cierto, en la foto el de la izquierda soy yo, el maorí es el del medio y el de la derecha el Sr. Castaway.


Como no estábamos muy satisfechos, nos pusimos en contacto con el Ajuntament de Pineda de Mar, donde Sergi nos atendió estupendamente dándonos la explicación al misterio del maorí. Entre los 80 y los 90, en el municipio, se celebraba el Simposio Internacional de Escultura de Pineda de Mar, en el que el ayuntamiento invitaba a una serie de artistas de todo el mundo a realizar una obra escultórica en la Plaça de les Mèlies ante las curiosas miradas de los ciudadanos. El señor Okiwi Shipgood (Rotura, Nueva Zelanda, 1962) participó en las ediciones del 88 y el 90, y en esta última esculpió el tiki que ahora admiramos. Misterio resuelto.


Pero una cosa que no os he dicho es que el tiki tiene dos caras, y yo, que a veces soy maquiavélico, sólo os enseño una, mwhahaha!!! Si queréis ver la cara oculta del maorí del Maresme (bonita aliteración), tendréis que ir hasta Pineda.

Mahalo,

Mr. I.

1 comentario:

X dijo...

Impresionante documento, ya no solo por ese pedazo de tiki, sino por las fotos rollo beachcomber...