Buenas noches, amigos
Hace unas semanas estuvimos en Lyon. Y amigos, en esta ciudad no hay tiki, que nosotros sepamos. Pero en nuestra búsqueda de todo aquello que remita a los aires del Pacífico Sur, nos encontramos con Le Maori Café.
Tai Pepere vino a principios de los 90 desde Auckland hasta Perpignan para jugar a rugby. Rápidamente entró en sintonía con el sur de Francia, con su clima, su paisaje y su gastronomía, hasta el punto de quedarse. Mientras jugaba a Rugby se dedicaba a trabajar de camarero, y tenía claro que en cuanto pudiera montaría su propio bar.
Y así fué. Se mudó a Lyon y montó Le Maorí Café. Con este nombre, el local no necesita mucha explicación, pero se trata de un bar ambientado a la neozelandesa-maorí. Paneles con decoración tribal, máscaras y fotografías de edificaciones y maoríes llenan las paredes del bar. La otra constante en la profusa decoración del bar es el rugby en general y los All Blacks en particular. El baño es todo un museo de la selección nacional neozelandesa de rugby en fotos. Buscad a Mr. T y a Chuck Norris camuflados entre los jugadores.
Llegó la hora de pedir algo para tomar. Pepere nos ofreció por defecto cerveza, pero nosotros que somos asín de sofisticaos le pedimos la carta de cócteles. Lady Eve se pidió un Le Maori y para mí un Ti Punch. Amigos, en Francia el ron de Martinica (rhum) es omnipresente. Mi Ti Punch estaba bastante bueno, la verdad. Una chorrada que nos gustó mucho es la decoración de las bebidas, que son unos palicos de esos fluorescentes que se usan para pescar calamares. Lo cierto es que su exotismo es cercano al cero absoluto, pero para hacer el tonto van de perlas.
El ambiente en Le Maori es increíble. Tai siempre está entreteniendo a los parroquianos. Por ejemplo, la primera noche que estuvimos se dedicaba a jugar con una panda de habituales que estaban sentados en la barra a adivinar las canciones que sonaban en la radio. Pero con una pasión y un fervor poco común.
La segunda noche pedimos un ponche de ron, con zumos de frutas y crema de plátano. Es una buena elección, una jarra de supuestamente un litro pero que por lo menos es de litro y medio. Muy suave, apto para todos los públicos. De todos modos, como éramos sólo nosotros dos, con la jarra de ponche salimos de allí bailando. Por cierto, el juego de la noche era uno de cartas que no alcanzamos a entender, pero que por lo visto en el local hacen campeonatos y todo.
En fin, amigos, si queréis encontrar un sitio cálido y realmente enrollado en la ciudad, pasaos por Le Maori Café y saludad a Tai.
Le Maori Café
65 Quai Pierre Scize
Lyon
Aloha,
Mr. I.
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1 comentario:
Me gusta.
Exotismo en zapatillas.
Debería haber un al menos un lugar así en cada barrio.
Conozco algunos bares australianos con bonita decoración, tikis incluidos, pero de insoportable ambiente deportivo-cervecero. Les falta ese toque más misterioso que aporta la oscuridad y por supuesto una carta de combinados tropicales.
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