viernes, 8 de agosto de 2014

Aloha Oe!

Ia Orana!

Hace ya como tres años que este blog dejó de funcionar, y lo cierto es que me fui un poco a la francesa, y eso está muy feo. Y la cosa es que justo hace una semana la lectora Kareanne me dejó un comentario dándome ánimos para seguir escribiendo en la última entrada justo el mismo día que Abel, de Sr. Lúpulo, me reconoció en su local y estuvimos charlando cinco minutos sobre el tema. Así que me sentí un poco culpable y pensé que como blogger vuestro que soy, os debo una explicación, y esta explicación que os debo, os la voy a pagar.


El principio del fin coincide más o menos con el momento en el que decido ponerme a trabajar por mi cuenta, a finales del 2010. Amigos, ser autónomo es cosa seria, al menos respecto a tener tiempo libre, si la cosa funciona más o menos. Pero sobretodo coincide con la popularización del fenómeno tiki entre las masas (muy relativo, pero popularización al fin y al cabo), especialmente en el mundo de la coctelería. Con lo cual, de alguna manera, sentí que mi cometido ya estaba cumplido.

Podría escribir sobre un montón de cosas más. El Sr Castaway abrió un bar en Madrid, el maravilloso Kona Lei, Beachbum Berry abre un bar en New Orleans dentro de un par de meses, Latitude 29, para el que Lady Eve y yo hemos tenido el placer de hacer la imagen, nació una estrella de la talla de tikis entre nosotros, Mr. Fez, e incluso un día nos encontramos con Mermaid Maria, una sirena del Mediterráneo. Taschen acaba de publicar un libraco maravilloso de Sven Kirsten, Tiki Pop, y Lady Eve ha descubierto el Ho’ Oponopono. También os podríamos poner los dientes larguísimos con nuestra peregrinación a California el año pasado donde visitamos templos como Tiki-Ti, Enchanted Tiki Room, Trader Sam’s, el Bali Hai, Trader Vic's de Emeryville, Smuggler's Cove, Tonga Room, los restos de Tiki Bob y muchos más sitios moladores. Pero lo cierto es que a diferencia de hace unos años, no tengo la necesidad imperiosa de contarlo todo. Así que va siendo hora de despedirme de vosotros, al menos de momento.

Sin embargo, durante unos cuantos años estuve amasando este blog con doscientas y pico entradas, que se dicen pronto y estoy orgullosísimo de ello, con lo que lo dejo aquí colgado hasta que se acabe el internet en el mundo, porque sigue vigente como fuente de información para uso y disfrute de los futuros aficionados al Tiki.

Así que en nombre de nuestra Ohana, me despido de vosotros y os envío mucho Aloha. Disfrutad de la vida.


Mahalo Nui Loa,

Mr. I.